lunes, 4 de abril de 2011

Peregrinos con pasión (y II)

He hablado en la entrada anterior que la Estación de Penitencia es eso, principalmente un acto individual de penitencia, además de su ámbito grupal o de comunidad.
Pero también es "estación".

La palabra "estación" la define el diccionario del RAE como "Visita que se hace por devoción a las iglesias o altares, deteniéndose a orar delante del Santísimo Sacramento, principalmente en los días de Jueves y Viernes Santo", pero también, en su acepción septima lo define como el "paraje en que se hace alto durante un viaje, correría o paseo."
Eso es. La Estación de penitencia debe ser para nosotros un alto en el camino de nuestra ajetreada vida personal, pero vuelta nuestra mirada a Cristo.

Es caminar al Sagrario, caminar ante el mismo Cristo, para poner en sus manos nuestra existencia, y cargados con nuestra vida pero con la esperanza puesta en Él, regresar a casa, llenos de la confianza de que Dios siempre está con nosotros y camina a nuestro lado. Es pararnos ante Él, sin dejar de caminar, y mirarle de frente, desnudarnos de nuestras hipocresías y vestirnos con el hábito de la humildad que nos hace ser auténticos, ser corazones llenos de vida real.

Pero también el día de la Salida Procesional debemos sentirnos peregrinos. Y es que la Estación de Penitencia no es ir a dar una vuelta. Es algo más que un simple acto que sucede una vez al año.

La Salida Procesional supone 3 aspectos fundamentales:

  1. Sentido de peregrinación. “Me levantaré e iré a casa de mi Padre”. Es un camino de conversión. De abandonar todo aquello que no me ayuda y correr a los brazos del Padre. El día de la salida es el primer día del año para todo cofrade. Y ese día debemos ser consciente de todo lo que queremos “llegar a ser”. Debemos ser conscientes de qué cambio queremos realizar en nuestra vida. Cual es nuestra meta como cristianos. Qué camino he de seguir para alcanzar la santidad.

Antes de la Salida tenemos que poner nuestros objetivos para el año siguiente. Algunos hacen propósito de rectitud al comienzo del año, después del verano, o el día de su cumpleaños. Sin embargo nosotros los cofrades tenemos una oportunidad muy especial de acercarnos ese dia a Cristo y ofrecerle nuestros mejores propósitos de “ser mejores” con oración, penitencia y amor.

Por eso el día de antes de la salida debe ser un día de “examen de conciencia”, de “evaluación”, de ver todo aquello que me propuse y no he llegado a vivir, para así el día de la Estación de Penitencia, ponerme metas nuevas con la vista puesta en la santificación personal. Y así, si vivimos nuestra estación de Peniencia con una gran cercanía a Dios y a los hermanos, Cristo nos proporcionará una gran fuerza interior para alcanzar las metas propuestas.

  1. Sentido de Culto: Y es que la Salida Procesional es un maravilloso acto de culto. Culto publico, llevando a Cristo a la calle donde muchos lo desprecian, lo ignoran y lo niegan, para mayor gloria de Dios. Culto que tiene como meta a Jesús Sacramentado, que nos espera en la Santa Iglesia Catedral para darnos todo su amor, y también es esplendido acto de culto interno, donde todo lo que hagamos será una liturgia de pasión cristiana
  2. Sentido apostólico: Somos apóstoles porque la Estación de Penitencia es llevar la Palabra de Dios a los demás. Es acercar a todo el mundo la Palabra de Dios que brota de nuestros Titulares. La Buena Nueva que camina y recorre Granada anunciando el mayor acto de amor de la Historia.

Y es que Dios se hizo carne y el pueblo cristiano a través de las Cofradías convierte el Evangelio en imagen de nuestro Dios que se entrega, es humillado, escarnecido, torturado y muerto por amor a sus hijos, para que todos conozcan el acto supremo de la Redención. Y porque la Pasión es amor, sólo desde el amor se puede entender.

Y ser apóstoles es también llevar a Cristo en nuestros actos. Esforzarnos para que ese día sea perfecto en nuestros actos.

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