Tengo la sana costumbre de leer, además de un libro normal (novela, literario, ocio...), en paralelo un libro espiritual o doctrinal al que procuro dedicarle unos quince minutos diarios, y creanme que se lo recomiendo, porque además de ayudar a hacer la oración diaria, ayuda bastante a crecer "por dentro".
El pasado mes, que fue mi cumpleaños, un buen amigo me regaló la segunda parte del "Jesús de Nazaret" de S.S. Benedicto XVI, y puedo decirles que es impresionante.
Reconozco que a veces se puede hacer un poco denso, pero en ningún momento pesado. Más bien al contrario. Ralentiza su profundidad, porque en numerosas ocasiones te tienes que parar a meditar la belleza del Evangelio que brota de sus líneas y establecer contacto personal con "El Jefe", y creo que precisamente de eso se trata. No de terminarlo pronto, sino de que nos ayude lo sufiente en nuestro interior, para que se note en nuestro exterior.
"Jesús de Nazaret. Desde la entrada en Jerusalén hasta la Resurreción", es la Pasión, Muerte y Resurrección según Joseph Ratzinger.
Y es que en este libro, como dice el propio Papa, ha tratado "de desarrollar una mirada al Jesús de los Evangelios, un escucharle a Él que pudiera convertirse en un encuentro; pero también, en la escucha en comunión con los discípulos de Jesús de todos los tiempos, llegar a la certeza de la figura realmente histórica de Jesús.
(....) Es aquí donde se encuentran las palabras y los acontecimientos decisivos de la vida de Jesús".
En este libro el Papa habla, sin ser una "Vida de Jesús", de la última semana de vida de Cristo y del periodo que trancurre desde la resurrección hasta la ascensión.
Se trata de un buen libro para leer en lo que nos queda de Cuaresma, durante la Semana Santa y en la Pascua que se nos avecina.
Es muy recomendable que todos los cristianos, y muy especialmente los cofrades, lo leamos, porque encontraremos un recorrido sentido y profundo por la Pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor.
Yo, como cofrade del Huerto que soy, tengo que reconocer que después del prólogo me pasé directamente a leer el episodio dedicado a la Oración de Nuestro Señor en Getsemaní. Impresionante. Tantas cosas que meditar, tantas cosas que sentir, tanto que aprender de Jesucristo..... “Jesús ha experimentado aquí la última soledad, toda la tribulación del ser hombre. Aquí el abismo del pecado y del mal le ha llegado hasta el fondo del alma. Aquí se estremeció ante la muerte inminente. Aquí le besó el traidor. Aquí todos los discípulos lo abandonaron. Aquí Él ha luchado también por mí”.
Creo un buen ejercicio cristiano, leernos, al menos, el capitulo dedicado al Misterio de la Pasión sobre el que versa nuestra cofradía. Leerlo y meditarlo antes de la Salida Procesional y luego seguir leyendo y haciendo oración con esta obra que nos presenta el Papa.
Seguro que el encuentro con la Imagen de Cristo en la calle, tendrá una trascendencia distinta, si antes nos hemos leido, meditado y llevado a la oración uno de estos capítulos ( o al menos el Evangelio que mostramos al "pueblo").
Muchas otras cosas interesantes puedo decir de este libro, como la exoneración de culpa (una vez mas) por parte del Papa al pueblo judío, eliminar todo contenido político de la opción de Jesús o la imagén que nos transmite del buen ladrón.
Pero me quedo sobre todo con textos, como estos, con los que cierro esta entrada:
“Al ser contrario a la cruz, [Pedro] no puede entender la palabra resurrección y quisiera -como ya en Cesarea de Felipe- el éxito sin la cruz. Él confía en sus propias fuerzas. ¿Quién puede negar que su actitud refleja la tentación constante de los cristianos, e incluso también de la Iglesia, de llegar al éxito sin la cruz? Por eso se le ha de anunciar su debilidad, su triple negación. Nadie es por sí mismo tan fuerte como para recorrer hasta el final el camino de salvación”.
“Quien rompe la amistad con Jesús, quien se sacude de encima su ‘yugo ligero’, no alcanza la libertad, no se hace libre, sino que, por el contrario, se convierte en esclavo de otros poderes; o más bien: el hecho de que traicione esta amistad proviene ya de la intervención de otro poder, al que ha abierto sus puertas”
“No hay contradicción entre el jubiloso mensaje de Jesús y la aceptación de la cruz como muerte por muchos; al contrario: sólo en la aceptación y la transformación de la muerte alcanza el mensaje de la gracia toda su profundidad”
El pasado mes, que fue mi cumpleaños, un buen amigo me regaló la segunda parte del "Jesús de Nazaret" de S.S. Benedicto XVI, y puedo decirles que es impresionante.
Reconozco que a veces se puede hacer un poco denso, pero en ningún momento pesado. Más bien al contrario. Ralentiza su profundidad, porque en numerosas ocasiones te tienes que parar a meditar la belleza del Evangelio que brota de sus líneas y establecer contacto personal con "El Jefe", y creo que precisamente de eso se trata. No de terminarlo pronto, sino de que nos ayude lo sufiente en nuestro interior, para que se note en nuestro exterior.
"Jesús de Nazaret. Desde la entrada en Jerusalén hasta la Resurreción", es la Pasión, Muerte y Resurrección según Joseph Ratzinger.
Y es que en este libro, como dice el propio Papa, ha tratado "de desarrollar una mirada al Jesús de los Evangelios, un escucharle a Él que pudiera convertirse en un encuentro; pero también, en la escucha en comunión con los discípulos de Jesús de todos los tiempos, llegar a la certeza de la figura realmente histórica de Jesús.
(....) Es aquí donde se encuentran las palabras y los acontecimientos decisivos de la vida de Jesús".
En este libro el Papa habla, sin ser una "Vida de Jesús", de la última semana de vida de Cristo y del periodo que trancurre desde la resurrección hasta la ascensión.
Se trata de un buen libro para leer en lo que nos queda de Cuaresma, durante la Semana Santa y en la Pascua que se nos avecina.
Es muy recomendable que todos los cristianos, y muy especialmente los cofrades, lo leamos, porque encontraremos un recorrido sentido y profundo por la Pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor.
Yo, como cofrade del Huerto que soy, tengo que reconocer que después del prólogo me pasé directamente a leer el episodio dedicado a la Oración de Nuestro Señor en Getsemaní. Impresionante. Tantas cosas que meditar, tantas cosas que sentir, tanto que aprender de Jesucristo..... “Jesús ha experimentado aquí la última soledad, toda la tribulación del ser hombre. Aquí el abismo del pecado y del mal le ha llegado hasta el fondo del alma. Aquí se estremeció ante la muerte inminente. Aquí le besó el traidor. Aquí todos los discípulos lo abandonaron. Aquí Él ha luchado también por mí”.
Creo un buen ejercicio cristiano, leernos, al menos, el capitulo dedicado al Misterio de la Pasión sobre el que versa nuestra cofradía. Leerlo y meditarlo antes de la Salida Procesional y luego seguir leyendo y haciendo oración con esta obra que nos presenta el Papa.
Seguro que el encuentro con la Imagen de Cristo en la calle, tendrá una trascendencia distinta, si antes nos hemos leido, meditado y llevado a la oración uno de estos capítulos ( o al menos el Evangelio que mostramos al "pueblo").
Muchas otras cosas interesantes puedo decir de este libro, como la exoneración de culpa (una vez mas) por parte del Papa al pueblo judío, eliminar todo contenido político de la opción de Jesús o la imagén que nos transmite del buen ladrón.
Pero me quedo sobre todo con textos, como estos, con los que cierro esta entrada:
“Al ser contrario a la cruz, [Pedro] no puede entender la palabra resurrección y quisiera -como ya en Cesarea de Felipe- el éxito sin la cruz. Él confía en sus propias fuerzas. ¿Quién puede negar que su actitud refleja la tentación constante de los cristianos, e incluso también de la Iglesia, de llegar al éxito sin la cruz? Por eso se le ha de anunciar su debilidad, su triple negación. Nadie es por sí mismo tan fuerte como para recorrer hasta el final el camino de salvación”.
“Quien rompe la amistad con Jesús, quien se sacude de encima su ‘yugo ligero’, no alcanza la libertad, no se hace libre, sino que, por el contrario, se convierte en esclavo de otros poderes; o más bien: el hecho de que traicione esta amistad proviene ya de la intervención de otro poder, al que ha abierto sus puertas”
“No hay contradicción entre el jubiloso mensaje de Jesús y la aceptación de la cruz como muerte por muchos; al contrario: sólo en la aceptación y la transformación de la muerte alcanza el mensaje de la gracia toda su profundidad”
1 comentario:
EL PADRE Y YO SOMOS UNA SOLA Y MISMA COSA” EXCLAMÓ CRISTO AL EXPERIMENTAR EL ENCUENTRO CERCANO CON DIOS. Nuestra concepción de Dios emanada del Antiguo Testamento es fantástica, nefasta, caduca. Es por ello, que el mundo cristiano de hoy, necesita librarse de atavismos bíblicos, de las tradiciones judías, y de las reformas judaizantes de la Iglesia post conciliar. Necesita de operarios de la viña del Señor que imiten a Cristo, como Sor Teresa de Calcuta. Necesita del conocimiento espiritual y del desarrollo de la espiritualidad mediante la práctica de la virtud, como lo proponía la educación en la paideia griega promovida por los sabios alejandrinos con objeto de alcanzar la trascendencia humana y la sociedad perfecta; y por ello, tomaron como ejemplo de la vida en la virtud, los hechos y enseñanzas de Cristo narrados en los Evangelios. Necesita de un criterio de verdad que sirva de tabla rasa, y nos ayude a separar la verdad de la mentira en cuestiones religiosas. Necesita del estudio e investigación de los fenómenos espirituales y sus aplicaciones místicas y científicas; para poder comprender las doctrinas, las enseñanzas y las prácticas comprendidas en la doctrina de Cristo, y así poder distinguir objetivamente las identidades y las diferencias presentes en todas las religiones y prácticas religiosas y místicas que demarcan un camino común por el que transita la humanidad hacia su desarrollo espiritual; como lo son las doctrinas de: la inmortalidad del alma, la trascendencia humana, la muerte mística y el renacimiento o resiliencia humana, la salvación por obras, la re-encarnación o trasmigración de las almas; la experiencia del encuentro cercano con Dios o mundo espiritual, y las moradas celestiales; las practicas místicas como el yoga, la meditación trascendental, el ayuno, la no violencia, el desapego, la hermandad universal, la empatía con el dolor ajeno, etc. Demarcaciones que nos permiten darnos cuenta que desde la Iglesia primitiva nos desviaron de camino del desarrollo espiritual señalado por Cristo y nos condujeron hacia la ecúmene abrahámica demarcada por los convencionalismos de lo que solo es sagrado para Israel y las historietas de Dios y los ancestros de Israel, sin ser cuestiones espirituales. El cristianismo de hoy, necesita liberarse del clero judaizante y de las jerarquías religiosas que para salvaguardar sus egoístas intereses mantienen la Iglesia estancada en el oscurantismo religioso judeo cristiano, o promueven reformas modernistas, apostatas que abrogan los sacramentos, la liturgia, el rito, el rezo, el canto y la solemnidad tradicionales, atentando contra los valores cristianos, la familia y la dignidad humana Vg (solo los judíos son humanos, y los no judíos son animales con forma humana), siguiendo los dictados de la Sinagoga. Solo Cristo salva, y por ello, no necesitamos el Antiguo Testamento, porque es la letrina sagrada que contamina al cristianismo y convierte al judeo cristianismo en religión basura. Potentísima incubadora de generaciones de estultos en gran escala. Perjuicio criminal que impide la aceptación universal del cristianismo.
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