martes, 19 de enero de 2010

LA IGLESIA Y HAITÍ

Tras hacerle "la cama" el otro día a Monseñor Munilla, y poner sus palabras fuera de contexto en relación a Haití, por parte de aquellos que sólo buscan lapidar a todo aquello que suene a católico, desde distintos medios de comunicación (los de siempre, vamos) se ha criticado con dureza la postura de la Iglesia injustamente.

Al que desde su sillón sectarista-laicista, busca atacar la labor de la Iglesia desde su desvirtuada optica, y sin más información que las noticias sesgadas (como la entrevista a monseñor José Ignacio Munilla) que proceden de pensamientos de trinchera , tan solo decirles que pregunten por el trabajo que se ha hecho y se hace por parte de la comunidad católica con sus representantes a la cabeza, por trabajar por los más desfavorecidos en lugares de extrema pobreza y dureza, como es Haití.

Mientras America Latina se empobrece entre dictaduras o "amagos" de democracias (la mayoria llamadas de izquierda), la Iglesia se vuelca sin mirar el color, la religión, o la tendencia política con los más pobres. Que pregunten en Haití por los religiosos/as al frente de hospitales, hospederías, colegios, dispensarios, y centros de acogida.
Que pregunten si la Iglesia no sufre con el que sufre, y llora con el que llora. Que pregunten, allí y en tantos lugares del mundo donde los cristianos desde el anonimato y la caridad trabajan sin más recompensa que la que da el amor fraterno. Quizá no puedan preguntarles ahora, dado que bajo los escombros se hallan tambien, cientos de seminaristas y sacerdotes junto con el resto de haitianos fallecidos en un Puerto Príncipe totalmente devastado.
La Catedral, el Arzobispado, todas las grandes iglesias, todos los seminarios, los ministerios, el Palacio de Gobierno, las escuelas, los hogares de muchísimos haitianos han sido reducidos a escombros.
Tampoco le podrán preguntar al Arzobispo de Puerto Principe tambien fallecido en el terremoto. Ni a tantas y tantas personas que se han sentido acompañadas y ayudadas por la Iglesia mucho antes del terremoto, cuando occidente miraba para otro lado. Entre ellos a esos más de 200 alumnos que recibían educación en el colegio Don Bosco de Puerto Principe, y que ahora, junto con muchos de sus educadores salesianos, yacen bajo los escombros de la derruída escuela.

Sí, la Iglesia vive en primera persona esta tragedia mientras otros lanzan rescoldos de despecho desde su teclado.

Mientras la ayuda y los fondos ingresados en cuentas bancarias en todo el mundo no puede llegar a su destino y las ayudas materiales se estancan en el aeropuerto por la desorganización del gobierno haitiano y la incompetencia de la ONU, la ayuda llega directamente a los haitianos a través de Cáritas, Ayuda a la Iglesia Necesitada, Manos Unidas, y tantas otras organizaciones cristianas, que se organizan a través del Nuncio Apostólico en Haití, los salesianos, los jesuitas, las hijas de la Caridad y tantas congregaciones y "hombres y mujeres de Iglesia". Tan sólo en Italia, la Conferencia Episcopal ha destinado el doble en ayudas que el propio gobierno.

Y mientras aquellos intentan distraer la atención y siguen tergiversando las palabras de Monseñor Munilla, montandose castillos de fuegos artificiales para que la gente mire para otro lado, la Iglesia sigue dedicandose a lo que mejor sabe: A trabajar por los más necesitados, por los más pobres. A seguir luchando por llevar alimentos, salud, educación, pero sobre todo esperanza y fe a Haití.

A continuación comparto la noticia publicada en Zenit el 15 de Enero:

"Tras su llamamiento internacional, el Papa aseguró que la Iglesia Católica se activará “inmediatamente” a través de sus instituciones caritativas para ayudar a la población afectada.

La nota informativa del Vaticano señala que, “como en el pasado con ocasión de otras tragedias de este tipo, los católicos ya están presentes con su asistencia concreta y diversas agencias católicas están trabajando y enviando personal”.

El Consejo Pontificio Cor Unum está en contacto directo con el Catholic Relief Services, la agencia humanitaria de los obispos de Estados Unidos, que se encargará de coordinar la ayuda: “El personal, que ya se encuentra en el lugar y que cuenta con más de 300 miembros activos desde hace tiempo en Haití, la experiencia pasada, las capacidades y los recursos de CRS, permitirán una rápida y eficaz coordinación de los esfuerzos de la Iglesia que deben ser generosos y concretos”.

El Papa ha pedido generosidad con Haití y los obispos italianos han respondido con el anuncio de dos millones de euros para las primeras emergencias, el doble de lo que ha prometido el Gobierno italiano.

La Conferencia Episcopal Española animó a los católicos a ser solidarios, al tiempo que Cáritas y las ONG católicas se han sumado al esfuerzo de recaudación económica a través de varias cuentas bancarias a nivel nacional y diocesano. Algunos arzobispados españoles han promovido una iniciativa de recaudación que consistirá en recolectar fondos durante todas las misas de sus diócesis del próximo domingo, para enviarlos a Haití.

Cáritas Española ha enviado ya de manera urgente una primera partida de 175.000 euros para apoyar las operaciones de emergencia de la Cáritas Haitiana y ha mandado a la isla a un grupo de siete expertos de su red internacional para participar sobre el terreno en el operativo de respuesta a la emergencia.

En Estados Unidos, donde viven miles de católicos de origen haitiano, el 24 de enero se celebrará una colecta nacional para América Latina que se dedicará en buena parte a Haití, pero además mañana y el domingo habrá colectas especiales adicionales, a petición del cardenal Francis George, presidente de los obispos norteamericanos, los cuales ya han prometido cinco millones de dólares (3,44 millones de euros).

La Iglesia en República Dominicana ofrece oraciones y una colecta en todas las parroquias del país. El cardenal Nicolás López, arzobispo de Santo Domingo, pide ayuda “a las naciones hermanas de América y de otros continentes”.

El presidente de Caritas Internacional, el cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, expresó su deseo de que “se produzcan finalmente los compromisos necesarios para aliviar la miseria de los haitianos y la pobreza estructural de esta asediada nación”.

Artículo completo de Zenit

Nºs de Cuenta para ayuda a Haití de organizaciones católicas

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