Me ha gustado esta foto porque representa una Andalucía muy alejada de los catetismos regionalistas y localistas. A mi me gusta la Andalucía de la gente. No la de los políticos, ni los "pensadores de columna", ni la de los "modernos de bandera", ni la de aquellos que venden humo.
Me gusta la Andalucía que se vive. La que es la del pueblo. La espontanea, la auténtica, la vivida. Yo no reniego ni del flamenco, ni de la feria, ni de los toros, ni de los trajes de gitana, ni de los sombreros cordobeses, ni del toro de Osborne, ni del vino fino y la manzanilla, ni del plato alpujarreño, ni de las sevillanas, ni de la Semana Santa, ni del Tio Pepe, ni de los rejones, ni del traje de corto, ni del flamenqueo bueno, ni de una buena comida en un "ventorro", ni de un clavel en el pelo de una andaluza, ni de los tanguillos, ni de las chirigotas, ni de sus romerías, ni de sus fiestas tradicionales, ni nada de lo de aquí.
Creo en una Andalucía que crece dentro de España, con modernidad, con nuevas ideas, con tecnología e innovación, con nuevos diseños, con nuevas estructuras.
Una Andalucía donde convive lo eterno y el futuro. Porque creo en una Andalucía moderna con todo lo que es de siempre. Porque es lo nuestro. Lo que nos ha formado. Lo que nos hace ser lo que somos.
Creo en la gente sencilla y en la gente creativa. En la gente que trabaja y busca trabajo, y no en la subvencionada. En las personas que viven y luchan día a día y no en aquellos que la manchan con sus ERES, sus "amiguismos" y su "dedocracia". En la gente de hoy que está orgullosa de sus raices. En la Andalucía que busca crecer, no que "la crezcan".
Hoy es un buen dia, un dia más, para para sentirse andaluz tomandose una tapita al sol y brindar con una caña, y un quejío de guitarra de fondo por todos aquellos que luchan por sacar a su familia "pa´lante" con esfuerzo y buena fe, en alguno de nuestros blancos pueblos y nuestras blancas plazas, mientras los niños juegan a nuestro alrededor.
Prefiero celebrar así el dia de Andalucía, que aquel basado en himnos artificiales.
Me gusta la Andalucía que se vive. La que es la del pueblo. La espontanea, la auténtica, la vivida. Yo no reniego ni del flamenco, ni de la feria, ni de los toros, ni de los trajes de gitana, ni de los sombreros cordobeses, ni del toro de Osborne, ni del vino fino y la manzanilla, ni del plato alpujarreño, ni de las sevillanas, ni de la Semana Santa, ni del Tio Pepe, ni de los rejones, ni del traje de corto, ni del flamenqueo bueno, ni de una buena comida en un "ventorro", ni de un clavel en el pelo de una andaluza, ni de los tanguillos, ni de las chirigotas, ni de sus romerías, ni de sus fiestas tradicionales, ni nada de lo de aquí.
Creo en una Andalucía que crece dentro de España, con modernidad, con nuevas ideas, con tecnología e innovación, con nuevos diseños, con nuevas estructuras.
Una Andalucía donde convive lo eterno y el futuro. Porque creo en una Andalucía moderna con todo lo que es de siempre. Porque es lo nuestro. Lo que nos ha formado. Lo que nos hace ser lo que somos.
Creo en la gente sencilla y en la gente creativa. En la gente que trabaja y busca trabajo, y no en la subvencionada. En las personas que viven y luchan día a día y no en aquellos que la manchan con sus ERES, sus "amiguismos" y su "dedocracia". En la gente de hoy que está orgullosa de sus raices. En la Andalucía que busca crecer, no que "la crezcan".
Hoy es un buen dia, un dia más, para para sentirse andaluz tomandose una tapita al sol y brindar con una caña, y un quejío de guitarra de fondo por todos aquellos que luchan por sacar a su familia "pa´lante" con esfuerzo y buena fe, en alguno de nuestros blancos pueblos y nuestras blancas plazas, mientras los niños juegan a nuestro alrededor.
Prefiero celebrar así el dia de Andalucía, que aquel basado en himnos artificiales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario