domingo, 27 de noviembre de 2011

Comienza el Adviento

Hoy comienza el Adviento. Hoy es el primer domingo de Adviento, tiempo de esperanza, de alegría, de oración y de caridad. Tiempo para preparar nuestra alma y nuestro ser para la llegada de Cristo, que está dispuesto a nacer en nuestros corazones y a reinar en nuestra vida.

El Adviento es tiempo de celebración y de penitencia. Tiempo de prepararnos para "La Gran Venida". De hacernos humildes para poder ver a Dios. Porque sólo desde la pequeñez podemos ver a Jesús, a Dios que se hace también pequeño.

Es tiempo para fomentar especialmente la oración, el encuentro personal con Él en los sacramentos, especialmente en la penitencia y la Eucaristía, tiempo para la caridad sincera, para el ayuno de tantas cosas que nos sobran y el acercamiento a los más necesitados (en especial de cariño, de cercanía, de amor, de compañía....).

El tiempo de Adviento es un tiempo para hacer de nuestra alma, un alma sencilla y entregada, como la de los pastores que acudieron al portal. Es tiempo de llenar nuestra alma de grandeza, de grandes ideales y horizontes, como la de los reyes que acudieron al santo pesebre. Es tiempo de ser servidores y portadores del mensaje de esperanza que nos viene, como hicieron los ángeles en Belén. Es tiempo de fijarnos a tres grandes figuras que deben ser nuestro faro en este tiempo, María Santísima, Isaías, y Juan el Bautista, portadores de la Nueva Nueva y pregoneros de Cristo en diversos momentos de la historia de la salvación.

Y sobre todo es tiempo de ir preparando nuestro corazón, nuestra alma, nuestro hogar, nuestro ambiente, como si se trataran de mismísimo pesebre donde va a nacer Cristo. Porque así es. Cristo ya no nace sólo en Belén, sino que para Cristo, cada uno de nosotros somos Belén, y ya está de camino.

Os dejo con esta imagen que he visto en internet, y que nos sirve para reflexionar sobre la venida de Jesús, y también para reflexionar y pedir por tantos niños que están por llegar y por tantos otros que subiran directamente al cielo, antes de nacer, por la falta de amor de nuestra sociedad.

sábado, 19 de noviembre de 2011

ORACIÓN

Para preparar y vivir el día de Cristo Rey, último domingo del tiempo ordinario y del año litúrgico, y para empezar a vivir y trabajar el Adviento en nuestro interior, qué mejor que hacer nuestra esta oración de la Beata Madre Teresa de Calcuta


ORACIÓN:

Líbrame, Jesús mío,
del deseo de ser alabada,
del deseo de ser popular,
del deseo de ser venerada,
del deseo de ser preferida,
del deseo de ser consultada,

del temor de ser humillada,
del temor de ser despreciada,
del temor de ser ofendida,
del temor de ser ridiculizada.


Ayúdame, Señor a tomarme tiempo para pensar,
tomarme tiempo para rezar,
tomarme tiempo para reír,
es la fuente de poder,
es la música del alma,

tomarme tiempo para trabajar,
tomarme tiempo para dar,
tomarme tiempo para ser amable,
tomarme tiempo para amar,
es el privilegio que nos da Dios,

es el camino hacia la felicidad.

Señor, Tú eres
el desnudo que debe ser vestido,
el sin techo que debe ser hospedado,
el enfermo que debe ser curado,
el abandonado que debe ser amado,
el no aceptado que debe ser recibido,
el insignificante que debe ser abrazado,
el ciego que debe ser acompañado,
el sin voz que necesita
que alguien hable por él,
el anciano que debe se servido.


Beata Madre Teresa de Calcuta

miércoles, 16 de noviembre de 2011

El mundo y nuestros hijos

Este viernes hay una cita de gran interés en nuestra ciudad. A las 20 horas del próximo día 18 de Noviembre en el Aula de Cultura de Ideal interviene el profesor Leopoldo Abadía, en un acto en el que, además de hablar con su original y ameno estilo de la economía actual, presentará su último libro "36 cosas que hay que hacer para que una familia funcione bien".

D. Leopoldo Abadía, es un antiguo profesor de Economía del IESE que ronda ya los ochenta años y que un día escribió un artículo para explicar la crisis subprime de EEUU, que repartió entre amigos y empleados y que se convirtió en un auténtico fenómeno que pasó de email en email hasta que lo convencieron para que hiciera su propio blog. Rapidamente alcanzó las 200.000 visitas. El artículo en cuestión era "La crisis ninja", en el cual con un lenguaje original, ameno y sencillo explicaba cómo surgió la crisis inmobiliaria de Estados Unidos, y por qué esta se propagó por el resto del mundo.

Ahora el prestigioso profesor y autor de "La crisis ninja" y de "La hora de los sensatos" nos presenta su nuevo libro dedicado a la familia, algo de lo que un poco de experiencia parece tener, dado que es padre de 12 hijos y abuelo de 40 nietos.

El otro dia mi buena amiga Belén me envió un artículo de esos que se van reenviando de unos a otros de D. Leopoldo Abadía. Aunque lo conocía, lo agradecí y lo releí con placer.

El profesor Abadía se pregunta y contesta a la eterna cuestión que escuchamos de diversas personas y en diversos lugares. La gran preocupación de padres y abuelos de "¿Qué mundo dejamos a nuestros hijos"? La conclusión de D.Leopoldo Abadía es demoledora. En vez de preocuparnos por el mundo, ¿por qué no nos preocupamos directamente por nuestros hijos? ¿Les estamos dando la suficiente y la correcta educación? ¿Les estamos formando adecuadamente? ¿Qué hacemos y qué dedicación tenemos con nuestros hijos? Quizás lo que deberíamos preguntarnos sería....¿Qué hijos dejamos a este mundo?

Les dejo con el artículo completo:

"Me escribe un amigo diciendo que está muy preocupado por el futuro de sus nietos. Que no sabe qué hacer: si dejarles herencia para que estudien o gastarse el dinero con su mujer y que “Dios les coja confesados”.

Lo de que Dios les coja confesados es un buen deseo, pero me parece que no tiene que ver con su preocupación.

En muchas conferencias, se levanta una señora (esto es pregunta de señoras) y dice esa frase que me a mí me hace tanta gracia: “¿qué mundo les vamos a dejar a nuestros hijos?” Ahora, como me ven mayor y ven que mis hijos ya está crecidos y que se manejan bien por el mundo, me suelen decir “¿qué mundo les vamos a dejar a nuestros nietos?”


Yo suelo tener una contestación, de la que cada vez estoy más convencido: “¡y a mí, ¿qué me importa?!” Quizá suena un poco mal, pero es que, realmente, me importa muy poco.


Yo era hijo único. Ahora, cuando me reúno con los otros 64 miembros de mi familia directa, pienso lo que dirían mis padres, si me vieran, porque de 1 a 65 hay mucha gente. Por lo menos, 64.

Mis padres fueron un modelo para mí. Se preocuparon mucho por mis cosas, me animaron a estudiar fuera de casa (cosa fundamental, de la que hablaré otro día, que te ayuda a quitarte la boina y a descubrir que hay otros mundos fuera de tu pueblo, de tu calle y de tu piso), se volcaron para que fuera feliz…y me exigieron mucho.


Pero ¿qué mundo me dejaron? Pues mirad, me dejaron:

1. La guerra civil española
2. La segunda guerra mundial
3. Las dos bombas atómicas
4. Corea
5. Vietnam

6. Los Balcanes
7. Afganistán
8. Irak
9. Internet
10. La globalización

Y no sigo, porque ésta es la lista que me ha salido de un tirón, sin pensar. Si pienso un poco, escribo un libro. ¿Vosotros creéis que mis padres pensaban en el mundo que me iban a dejar? ¡Si no se lo podían imaginar!

Lo que sí hicieron fue algo que nunca les agradeceré bastante: intentar darme una muy buena formación. Si no la adquirí, fue culpa mía.


Eso es lo que yo quiero dejar a mis hijos, porque si me pongo a pensar en lo que va a pasar en el futuro, me entrará la depre y además, no servirá para nada, porque no les ayudaré en lo más mínimo.


A mí me gustaría que mis hijos y los hijos de ese señor que me ha escrito y los tuyos y los de los demás, fuesen gente responsable, sana, de mirada limpia, honrados, no murmuradores, sinceros, leales,…Lo que por ahí se llama “buena gente”.


Porque si son buena gente harán un mundo bueno. Y harán negocios sanos. Y, si son capitalistas, demostrarán con sus hechos que el capitalismo es sano. (Si son mala gente, demostrarán con sus hechos que el capitalismo es sano, pero que ellos son unos sinvergüenzas.)

Por tanto, menos preocuparse por los hijos y más darles una buena formación: que sepan distinguir el bien del mal, que no digan que todo vale, que piensen en los demás, que sean generosos…En estos puntos suspensivos podéis poner todas las cosas buenas que se os ocurran.


Al acabar una conferencia la semana pasada, se me acercó una señora joven con dos hijos pequeños. Como también aquel día me habían preguntado lo del mundo que les vamos a dejar a nuestros hijos, ella me dijo que le preocupaba mucho más qué hijos íbamos a dejar a este mundo.

A la señora joven le sobraba sabiduría, y me hizo pensar. Y volví a darme cuenta de la importancia de los padres. Porque es fácil eso de pensar en el mundo, en el futuro, en lo mal que está todo, pero mientras los padres no se den cuenta de que los hijos son cosa suya y de que si salen bien, la responsabilidad es un 97% suya y si salen mal, también, no arreglaremos las cosas.


Y el Gobierno y las Autonomías se agotarán haciendo Planes de Educación, quitando la asignatura de Filosofía y volviéndola a poner, añadiendo la asignatura de Historia de mi pueblo (por aquello de pensar en grande) o quitándola, diciendo que hay que saber inglés y todas estas cosas.
Pero lo fundamental es lo otro: los padres. Ya sé que todos tienen mucho trabajo, que las cosas ya no son como antes, que el padre y la madre llegan cansados a casa, que mientras llegan, los hijos ven la tele basura, que lo de la libertad es lo que se lleva, que la autoridad de los padres es cosa del siglo pasado. Lo sé todo. TODO. Pero no vaya a ser que como lo sabemos todo, no hagamos NADA.

P.S.

1. No he hablado de los nietos, porque para eso tienen a sus padres.
2. Yo, con mis nietos, a merendar y a decir tonterías y a reírnos, y a contarles las notas que sacaba su padre cuando era pequeño.

3. Y así, además de divertirme, quizá también ayudo a formarles
."

LEOPOLDO ABADÍA

martes, 1 de noviembre de 2011

El Tenorio y los Fieles Difuntos

Aquí, en España, la vispera del día de los Fieles Difuntos (2 de Noviembre), o sea El día de Todos los Santos (el día 1), lo que siempre se ha hecho, ha sido visitar los cementerios, hacer sufragios por nuestros difuntos, ir a misa, pasear, comer huesos de santo y castañas asadas, hacer buñuelos en familia y ver el Tenorio de D. José Zorrilla.

Esta última de las costumbres antes mencionadas que tanto poso de cultura ha dejado generación tras generación, primero se realizó acudiendo a teatros y corralas, o a representaciones populares en plazas y otros lugares públicos y después viendolo en televisión, en un acontecimiento que se repetía todos los años. Lo mismo que nos aprendíamos lo de "Con cien cañones por banda de Espronceda, todo el mundo nos sabíamos lo de "No es verdad, angel de amor....." en su letra original o en alguna de sus variantes "humorísticas" que eran muchas (y es que antes de la ESO hacíamos los chistes con los grandes de la literatura. Nivelazo).

Ver el Tenorio el día de Todos los Santos o el própio día 2, se convirtió en una costumbre irrenunciable como la de ver una película de romanos o santos en Semana Santa o "Que bello es vivir" y "La gran familia" en Navidad.

Luego esa tradición se fue perdiendo poco a poco, porque ya se sabe que todas estas cosas que tienen una buena moraleja cristiana pues no es políticamente correcto que la fomente el Estado Público laicista y todas esas gaitas, y nos quedamos con el halloween (mucho más profundo y cultural) y las películas de Tim Burton.

El año pasado mi mujer y yo nos regalamos un viajecito a Almagro y alrededores en este puente por nuestro aniversario y fuimos a ver la vispera de "Todos Los santos" el Tenorio en el Corral de Comedias. Una gozada. Emocionantísimo. Una experiencia para volver a repetir y por supuesto para recomendar (que es lo que hago). Ver la inmortal obra de Zorrilla en aquel lugar, un marco incomparable que ha llegado hasta nuestros días desde el siglo de Oro, es algo inenarrable.

Pero bueno, para los que no podamos ir todos los años al teatro, nos conformaremos con alguna de sus adaptaciones al cine o la televisión.

Les dejo en la Lucerna la que está considerada como una de las mejores interpretaciones emitidas en televisión del D. Juan de Zorilla.
Se trata de la versión emitida en TVE el 2 de Noviembre 1966 en el mítico programa de teatro "Estudio 1".

Magistral la recordada interpretación de Paco Rabal que ha pasado a la historia de nuestra televisión.
Junto a él Concha Velasco como Dña Inés y otros grandes de nuestras artes escénicas como Fernando Guillén y Juanjo Menedez.

Os animo a verla. Que la disfruten.

D. JUAN TENORIO. PARTE 1 DE 9



D. JUAN TENORIO. PARTE 2 DE 9


D. JUAN TENORIO. PARTE 3 DE 9


D. JUAN TENORIO. PARTE 4 DE 9


D. JUAN TENORIO. PARTE 5 DE 9


D. JUAN TENORIO. PARTE 6 DE 9


D. JUAN TENORIO. PARTE 7 DE 9


D. JUAN TENORIO. PARTE 8 DE 9


D. JUAN TENORIO. PARTE 9 DE 9. ACTO FINAL



BEATIFICACIÓN DE JUAN PABLO II

BEATIFICACIÓN DE JUAN PABLO II
1 de Mayo de 2011

Año de la Fe 2012-2013